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[ 24/Abril/2017 ]

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La corrupción, el principal problema de México se convierte en violencia, inseguridad, impunidad, economía informal y pobreza cuando el Gobierno funciona como logias de corrupción que sólo buscan saquear al país.

Decidí utilizar el término de logias no por tener algo contra la masonería, de hecho un bisabuelo fue masón grado 33, sino por la manera en que se apoyan entre sí. La corrupción no distingue entre ideologías, creencias, mucho menos entre partidos políticos. Realmente es increíble como hacen negocio e incluso lavan dinero con dinero del pueblo.

Cuando un grupo de políticos garantiza la impunidad entre ellos y colaboran entre sí para seguir aprovechando su impunidad, estamos ante una logia de corrupción, las cuales existen en todos los niveles, y es sin lugar a dudas el principal problema de México, ya que según cifras del documento “México: Anatomía de la Corrupción” [＊], publicación del año 2016 del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO) en colaboración con Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), la corrupción le cuesta al país más de un billón y medio de pesos, es decir $1’500,000,000,000.

Esa cifra representa cerca del 10% del Producto Interno Bruto (PIB) de México, entre cifras de ese mismo documento propias del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) y el Banco Mundial.

Sin embargo, el problema no queda sólo en lo económico. Si existe impunidad entre los altos funcionarios, a ellos les conviene que haya impunidad en todos los niveles y con la misma ciudadanía, para culpar así, al Sistema de Justicia que ellos mismos controlan, por lo tanto hay inseguridad y violencia que ellos mismos dejan que prospere. De ahí se entiende por qué en México tenemos una cifra negra e impunidad de al menos 92.8% según datos en el mismo documento antes referido.

Por otro lado, generar o mantener a la pobreza es el mayor de sus encargos, tener gente con una educación deficiente o nula que pueda ser comprada con sus programas sociales. Aunque si es pobreza extrema les da un giro en contra, como es el caso de Estados del sur del país donde han surgido brotes de revolución con las Autodefensas y paramilitares; de ahí su firme intención de mantener controlada la pobreza.

Asimismo, para las cúpulas políticas corruptas no importan las prohibiciones legales; aunque a mí no me importaría que el suegro de un Gobernador ganara una licitación, siempre y cuando no forme su negocio con información privilegiada y compita adecuadamente en base a reglas y procesos abiertos y transparentes. No como pasó en Hermosillo con la venta de tinacos cuando anunciaron tandeo de agua, lo que ameritaba hasta 12 años de cárcel. El verdadero problema ahí es el tráfico de influencias y que se ponen de acuerdo en cuál de sus empresas gana cada licitación, y entre esas empresas involucradas se turnan obras o proyectos. Muchas veces ni siquiera ocupan presta-nombres.

De esa manera, las logias de corrupción involucran políticos, empresas e inversionistas.

Y en cuanto a que también provoca informalidad, es que les conviene una Secretaría de Hacienda que perdone impuestos y permita deducciones millonarias, para eso, si se mantiene a la mitad de la población en un trabajo informal sin pagar impuestos, el reclamo social se minimiza.

Por lo tanto, tenemos un Sistema Educativo, Penal, Fiscal y Social al servicio de las logias de corrupción.

 

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Carpeta de Anexos:

https://drive.google.com/drive/folders/0By7icb7Rbi-NQWRaYnBfM2Vla00?usp=sharing

 

[＊]˄  “México: Anatomía de la Corrupción.” - 2a Edición, corregida y aumentada; María Amparo Casar; Octubre 2016.

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