​

[ 20/Noviembre/2018 ]

​

La desestabilización de México parece ser una prioridad para el gobierno de Donald Trump, desde provocar la fuga de inversiones y caravanas migrantes, hasta utilizar los testimonios de un falso capo para involucrar directamente con el narcotráfico a expresidentes y al actual presidente de México[+].

 

No hay duda de que en México tenemos un narcogobierno que ha obedecido siempre a intereses elitistas extranjeros que, aunque siempre habían sido contrarios a E.U.A., desde que Trump asumió la presidencia del país de América del Norte y se formó el nuevo tridente E.U.A.-China-Rusia, la línea de mando con el gobierno mexicano ha sido directa; así que, si hay narcogobierno en México, también hay narcogobierno en E.U.A., manejado o solapado todo por Trump. La llave siempre ha estado en atacar al consumo y a los capos distribuidores de Estados Unidos, y no a los capos productores de México.

 

Lo que está pasando hoy en el juicio del supuesto «Chapo» Guzmán es algo que Trump planeó antes de tomar la presidencia de E.U.A., una muestra clara de eso es que el mismo día de su toma de protesta, el 20 de enero de 2017, Peña Nieto extraditó al supuesto «Chapo» Guzmán y lo entregó a las autoridades de Estados Unidos —y digo supuesto porque es casi seguro que no sea él y que sólo estén utilizando su nombre—. Es ilógico que un presidente que haya sido sobornado por un capo decida entregarlo a otro país para que después tengan la posibilidad de señalarlo a él; en ese caso lo hubieran matado.

 

En definitiva, asumiendo que no es el verdadero «Chapo» Guzmán, se podría presumir que Trump solicitó su «nombre» con fines mediáticos, y por eso Peña Nieto accedió, pero pienso que los planes de Trump siempre fueron tener a disposición un arma que comprometiera a todos los presidentes y altos funcionarios de México, que aunque es casi un hecho que sea cierto, también es un hecho que el gobierno de Trump es el que ha manejado al narcogobierno mexicano, y ahora los está extorsionando de una manera similar a lo que hace con las grandes empresas y personalidades con el fisco y la corte de su país.

 

Aclaro que, aunque odio a Peña Nieto como cualquier persona sensata, también tengo motivos personales; sin embargo, odio mucho más a Donald Trump por lo que ha ordenado hacer en México y en el mundo. A todo esto, aun siendo Peña Nieto un político inepto, asesino y corrupto, no podemos dejar que una intervención extranjera se apodere del escenario político mexicano a base de mentiras y con las peores intenciones, la última defensa es nuestro presidente actual… ya habrá tiempo para que pague por todo lo que ha hecho, le quedan solamente once días en su mandato, después seguirá otro presidente que será totalmente un protegido y sumiso del vecino del norte, al menos hasta que siga cumpliendo órdenes.

 

En ese contexto, la única salida que veo para Peña Nieto es que comparta las pruebas de la negociación secreta que tuvo con Trump sobre el asunto de «El Chapo» justo antes de que tomara posesión de la presidencia. Tal vez así pueda librarse, o tal vez no, pero podría arrastrar junto con él a Trump y trasladar la desestabilización a Estados Unidos, regresándoles un golpe cargado de verdad, aunque sé que eso podría ser mucho pedir, porque incluso alguna verdad podría ameritar la renuncia de Peña Nieto, sin olvidar que hay muchos motivos que ya la deberían de haber provocado… Para que Peña Nieto cuente la verdad, necesita los pantalones que nunca ha tenido.

...

Carpeta de Anexos:

https://drive.google.com/drive/folders/1fxtc6gf9e5NFLZSQ2FZ4mSOyQ8ykEt5_?usp=sharing

 

Contenido:

● Archivo PDF del Artículo.

● PDF de Enlace de Referencia

[+] https://www.dw.com/es/juicio-contra-el-chapo-arranca-con-fuertes-denuncias-contra-presidentes-mexicanos/a-46283323

● Display 1:1 del Artículo.
● Display 16:9 del Artículo.